Policías federales clausuraron anoche varias cantinas y restaurantes de esta ciudad que violaban las leyes de salubridad.
La operación fue encabezada por policías federales ministeriales, inspectores del Sector Salud y agentes de las corporaciones estatal y municipal.
Se sabe que hubo tres personas detenidas: dos por escandalizar durante el operativo, y Efrén Mendoza Correa, dueño de "Tulipanes", quien empleaba a menores de edad que presuntamente se prostituían en el establecimiento.
Los agentes federales, quienes llegaron de sorpresa, también clausuraron "El camarón travieso", "Coyotes", "El calamar", y "La mojarrita".
Algunos establecimientos operaban como cantinas en vez de restaurantes, o bien, no tenían en regla sus permisos. En otros casos era evidente la falta de higiene.
En la operación también se buscaban enervantes.
Varias cantinas ubicadas en Valladolid no respetan los horarios que marca la ley de salud y trabajan "a puerta cerrada" hasta medianoche. (Luigi Domínguez Meneses)
VALLADOLID.—Graves anomalías en las cantinas quedaron al descubierto con la operación de anteanoche, en la participaron todas las corporaciones policíacas e inspectores de los Servicios de Salud.
En algunos bares se encontró a varias menores de edad que trabajaban como meseras y que ejercían la prostitución. La inspección no llegó a tres polémicos lugares: “Aluxes” Ucha” y “Cantaritos”, pues les dieron el “pitazo” y cerraron sus puertas temprano.
Se clausuró “El Camarón Travieso”, ubicado en la calle 37 entre 28 y 30 en el barrio de Santa Ana, por funcionar como bar y tener permiso de restaurante.
En “Tulipanes”, propiedad de Efrén Mendoza Correa, se detectaron diversas anomalías, como la presencia de cuatro menores de edad. Tres de ellas se dieron a la fuga, pero quedó una y la detuvieron, junto con Mendoza Correa.
El establecimiento no tiene sus permiso vigentes y funciona en condiciones insalubres, igual que “El Camarón Travieso”.
Un parroquiano de nombre Carlos Aguilar Rodríguez se pudo rebelde en “Tulipanes” y también fue detenido.
En un descuido de los agentes, salieron por una de las puertas seis de las nueve meseras, entre ellas tres menores de edad y se fueron en un taxi. Las otras intentaban hacer lo mismo caminando pero fueron alcanzadas por los policías.
En “Delfines”, ubicado sobre la calle 39-A entre 60 y 62 en el barrio de Bacalar, se detuvo a la propietaria, Olga Izquierdo Jiménez, y cuatro meseras menores de edad. En “La Mojarrita”, “El Coyote” y “El Calamar” se detectaron similares anomalías y fueron también clausurados.
Todos los detenidos, que sumaron 10, fueron llevados a la cárcel de la Policía Municipal, en donde el director, Carlos Marsh Ibarra, se negó a informar. Sólo mandaba decir, por medio de una secretaria: “Al rato, al rato”.
Se averiguó que tanto Olga Izquierdo como Efrén Mendoza serían puestos a disposición del Ministerio Púbico porque se les fincaría el delito de corrupción de menores. Las menores permanecían ayer en custodia de la Policía.— Juan Osorio Osorno
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